viernes, 4 de octubre de 2013

♦ Bombas: III

iii) Bombas elevadoras por aire (Fíg. 6): 
Llamadas también en nuestro medio bombas "mamut", son de construcción simple y barata y presentan notorias ventajas con relación a otras bombas como ser la no-exigencia de reparaciones, gran seguridad de funcionamiento y alta capacidad de elevación de aguas fangosas y cargadas de arena. Su aplicación es muy ventajosa donde se requiere una rápida extracción de agua con medios simples como en el desagüe de minas. 
Constan básicamente de un tubo de elevación o descarga D, de un tubo conductor de aire A que desemboca en el primero por encima de su extremidad inferior y un tubo conectivo C entre ambos. El AC inyectado por A expansiona al penetrar en D, mezclándose con el agua en forma de burbujas, lo que ocasiona una disminución del peso específico de la columna de agua contenida en el tubo. 
En consecuencia, la suspensión de la mezcla se produce principalmente por aireación y en menor medida por la fuerza viva del AC. La Fig. 6 muestra una bomba elevadora de aire con la nomenclatura técnica correspondiente. Una de las singularidades de este método es que la presión del AC inyectado no corresponde a la altura total de elevación sino a la profundidad de inmersión del tubo de aire. Vale decir que si en el caso de las bombas de desplazamiento directo con 1 Kg/cm2 pudiesen elevarse 10 m de agua, con las bombas elevadoras por aire puede elevarse casi el doble de lo anterior.
La capacidad de desagüe para determinadas alturas manométricas está condicionada por factores tales como la profundidad de sumersión, la proporción del caudal elevado a la cantidad de AC introducido y la elección adecuada de la tubería. El rendimiento del método depende de la sumersión y del conectador entre la línea de aire y la tubería de descarga. El conectador debe satisfacer ciertos requerimientos como: no debe tener partes móviles, debe dividir el aire en pequeños chorros sin pérdida de presión, no debe estorbar el flujo del agua y si hubieran incrustaciones o lodos, éstos no deberían obstruir los orificios del conector. 
La sumersión se expresa como un porcentaje de la profundidad total, vale decir de la Fig. 6:

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